Ricardo Ffrench-Davis: un economista al servicio de Chile y su gente

“Su sabiduría ha estado al servicio de las mayorías, disponible para pensar y proyectar un mejor país. Es un intelectual público, que contribuye aún a renovar el conocimiento y la praxis de la economía”

La noche del lunes 8 de mayo del 2023, organizado por el Departamento de Economía de la FEN, fue homenajeado por sus sesenta años como docente, particularmente en la Universidad de Chile, Ricardo Ffrench-Davis. Toda una vida formando generaciones de profesionales e investigadores que han puesto en valor las enseñanzas de la macroeconomía al servicio de la gente, como le gusta decir a Ricardo.

Formado originalmente como Ingeniero Comercial en la Pontificia Universidad Católica de Chile (1962) y Doctor en Economía en la Universidad de Chicago (1971), su desarrollo académico y profesional ha estado ligado a la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Aquí encontró un marco institucional que le permitió desarrollar sus intereses y potenció el trabajo en colaboración con otros importantes economistas y cientistas sociales, en sus sesenta años de permanencia. Su trayectoria académica se desenvolvió en un espacio plural, sin rehuir el debate y la diferencia, ámbitos donde se estimuló y forjó el vuelo intelectual de Ffrench-Davis y que desde su campo de saber fue un declarado opositor a la dictadura y su modelo económico.

En los minutos previos al homenaje, en el auditorio que se llevó a cabo la ceremonia, cohabitaban generaciones diversas, pero nucleados en torno al diseño de las políticas públicas, la excelencia académica y el servicio público, todas cuestiones en las que se deja ver la influencia del maestro Ffrench-Davis.

¿Por qué trasciende el economista Ricardo Ffrench-Davis? Primero, porque enseña economía acentuando el valor de la libertad y oportunidades. La equidad se produce, según su ponderado juicio, con crecimiento inclusivo, instituciones con reglas del juego claras e innovadoras y con un Estado direccionador del mercado. Lo anterior, llevaría a resultados de una economía agregada positiva, una economía pensada en el desarrollo y no solo en crecimiento. Segundo, es un gran promotor y defensor de la investigación económica. Colaboró en CEPLAN y fue uno de los fundadores de CIEPLAN. Además, ejerció funciones en la CEPAL, Banco Central y Naciones Unidas, y como consejero en la Fundación para la Superación de la Pobreza y en el Centro de Estudios del Desarrollo. Como resultado de este impulso permanente posee la autoría o edición de 21 libros y ciento sesenta artículos. En el año 2005 fue galardonado con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales. Tercero, lo más relevante a mi entender, su dilatada trayectoria académica y profesional ha sido consecuente con sus ideas de respeto al ser humano. Su quehacer ha estado consagrado a velar por la dignidad de todos los miembros de su comunidad, próxima y lejana, a través de una dedicación excepcional al servicio de las buenas políticas económicas. Su ideario económico siempre busca el mejoramiento de toda la sociedad, particularmente en los sectores que necesitan el crecimiento inclusivo para tener ingresos autónomos, mayores capacitaciones laborales para adaptarse a los shocks tecnológicos o crisis de mercados de capitales volátiles. Su perspectiva del modelo ha sido ampliar derechos sociales con servicios de calidad para cerrar brechas, invertir en nuevas fuerzas productivas para sostener el crecimiento y construir sociedades más equitativas.

Ricardo Ffrench-Davis ha trascendido porque no ha sido un economista al servicio de las modas ni a intereses ni propósitos ajenos a la disciplina. Así lo expresó hace algunos años:

“Hay una tendencia en la enseñanza de la economía en los últimos veinticinco años: se ha ido alejando de las ciencias sociales, y se ha ido transformando, erróneamente, en una ciencia exacta, y la economía es muy inexacta, la economía es esencialmente social y humanizadora”.

En suma, estamos en presencia de un ser humano integro y generoso. Su sabiduría ha estado al servicio de las mayorías, disponible para pensar y proyectar un mejor país. Es un intelectual público, que contribuye aún a renovar el conocimiento y la praxis de la economía. Al respecto, el año 2019 al recibir la Medalla Universidad de Valparaíso, definiéndose como un economista propositivo, Ffrench-Davis señaló que hay que buscar la forma “de hacer las cosas para que cambiemos el futuro”, siendo necesario no preguntar por pronósticos sobre los índices económicos: “Pregúntenme qué tenemos que hacer para que lo hagamos mejor”.