“Democracia ¿Crisis, decadencia o colapso?”

Con la elocuencia claridad y precisión que distinguen sus escritos, Squella plantea un importante número de interrogantes de gran actualidad, siendo una de ellas el grado hasta el cual democracia y el capitalismo en su versión neoliberal son compatibles. La eficiencia económica y la libertad individual, tan fuertemente reclamadas por el neoliberalismo, no son necesariamente compatibles con la justicia social.

En el penúltimo capítulo de los quince que componen su nuevo libro Democracia ¿Crisis, decadencia o colapso?, Agustín Squella nos dice que está convencido de que la caída en la adhesión a la democracia no tiene que ver con un rechazo a sus características como forma de gobierno, sino con “la manera como ella funciona en la mayoría de los países”. La democracia estaría afectada de una manera muy importante por el sistema capitalista, el cual “no simpatiza especialmente con ella” y que muchas veces se muestra “dispuesto a corromperla si eso favorece los negocios y la codicia de los agentes económicos más relevantes”.

Con la elocuencia claridad y precisión que distinguen sus escritos, Squella plantea un importante número de interrogantes de gran actualidad, siendo una de ellas el grado hasta el cual democracia y el capitalismo en su versión neoliberal son compatibles. La eficiencia económica y la libertad individual, tan fuertemente reclamadas por el neoliberalismo, no son necesariamente compatibles con la justicia social.

¿Podrá sobrevivir el capitalismo?

Estimulado por este libro, señalo ahora el punto de vista de algunos autores que se han preguntado si podrá o no podrá sobrevivir el capitalismo.

El líder de la macrosociología histórica, el historiador y sociólogo Immanuel Wallerstein, sostiene que los capitalistas no estarían ya más dispuestos a asumir los altos costos sociales y ambientales que la mantención del sistema demandaría, y por lo tanto existirían altas probabilidades del advenimiento de un sistema nuevo que no podemos predecir si será mejor o peor que el presente. Randall Collins también pronostica el fin del sistema debido al desplazamiento del trabajo humano por el arrollador progreso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Michael Mann y Craig Calhoun piensan que el capitalismo aún podría sobrevivir si asumiera los costos de su reproducción, aunque tampoco se debería descartar que la humanidad pereciera antes que la caída del capitalismo por una catástrofe medioambiental o una guerra atómica. Georgi Derluguian concluye su estudio de la caída del bloque soviético afirmando que la crisis del capitalismo en el siglo XXI se desenvolverá principalmente en el campo de las contradicciones entre el sistema económico y el proceso de democratización, más que en el campo de la geopolítica en la forma de guerras mundiales. Aunque lo que sucederá después del capitalismo es incierto, una perspectiva deseable y realista compartida por todos estos autores sería una disminución de las brechas de desigualdad globales obtenida mediante la negociación y no a través de medios violentos. Esta afirmación es una clara señal del tipo de sociedad que ellos consideran “justa y buena”.

Democracia ¿Crisis, decadencia o colapso?
Agustín Squella
Editorial UV de la Universidad de Valparaíso
2019
184 páginas

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