El referéndum por la independencia de Cataluña: ¿qué está en juego?
Desde 2012, la gente que respalda la independencia ha celebrado manifestaciones pacíficas en Barcelona que han sido de las más grandes en la historia de Europa. Pero las tensiones están alcanzando un punto de ebullición y hace poco Rajoy envió a miles de policías a Cataluña antes de la votación.
Hay un referéndum por la independencia programado para celebrarse este domingo en la región de Cataluña, a pesar de la feroz oposición del gobierno español y las cortes que afirman que esa consulta violaría la Constitución.
Está en juego la unidad del país, así como la supervivencia política del primer ministro, Mariano Rajoy, quien ha aumentado la presión sobre la región mediante arrestos y la confiscación de materiales de campaña. Algunos dirigentes catalanes han sugerido que Rajoy está llevando al país de vuelta a los oscuros días de la dictadura, aunque ha resistido los llamados de quienes abogan por la mano dura para tomar por completo el control administrativo de Cataluña.
Rajoy ya se ha enfrentado antes a la presión por Cataluña, incluyendo lo sucedido hace cinco años, cuando la crisis económica de España y las contribuciones tributarias de Cataluña a las regiones más pobres reafirmó el movimiento secesionista.
Sin embargo, los separatistas de esa región están decididos a dar un paso adelante. A continuación, te ofrecemos una guía para entender esta consulta y los eventos que la produjeron.
¿Qué es Cataluña?
Es una de las 17 comunidades autónomas de España, ubicada en el noreste del país y hogar de 7,5 millones de habitantes. De Cataluña proviene casi un quinto del producto interno bruto de España, el equivalente a la economía de Portugal, y ha estado a la vanguardia del desarrollo económico español desde la Revolución Industrial.
La capital de Cataluña, Barcelona, fue la anfitriona de los Juegos Olímpicos de 1992 y desde entonces ha sido el centro de la pujante industria del turismo español, con más de ocho millones de visitantes que la visitaron el año pasado.
¿Cuáles son los orígenes del conflicto separatista?
Cataluña tiene su propia historia, cultura y lengua, como las otras comunidades autónomas de España. El día nacional de esa región, el 11 de septiembre, conmemora la captura de Barcelona en 1714 por el rey Felipe V, el primer monarca Borbón de España, y la pérdida de la autonomía. Cuando el movimiento romántico se extendió por Europa en el siglo XIX, y Cataluña confirmó su posición como centro industrial, el nacionalismo se fortaleció.
El impulso de la región por su autonomía política de Madrid en la década de 1930 fue una de las razones que provocó la Guerra Civil española y la subsecuente dictadura del general Francisco Franco que reprimió muchas libertades civiles y suprimió el uso del catalán.
Después de la muerte de Franco, en 1975, el retorno de España a la democracia se consagró en una nueva constitución que creó un Estado descentralizado pero no formalmente federal.
La nueva estructura administrativa de España le otorgó a los catalanes una importante autonomía política pero, según la actual dirigencia política de la comunidad, eso no es suficiente.
En cierto momento, los legisladores nacionales de España estuvieron cerca de apaciguar el sentimiento nacionalista de Cataluña y permitieron que se implementara una autonomía especial para esa región. Sin embargo, cuando el estatuto fue alterado por la Corte Constitucional en 2010, las tensiones resurgieron.
Está programado que los catalanes voten en un referéndum que el gobierno español, apoyado por las cortes, ha declarado ilegal, pero que cumple con la promesa de una coalición de partidos separatistas que ha gobernado Cataluña desde 2015.
Este mes, los legisladores separatistas aprobaron leyes regionales para facilitar el referéndum y hacer valer su resultado, aunque el gobierno del primer ministro Rajoy les ha advertido que esa legislación violaría la Constitución española, y que Madrid usará todos los medios a su alcance para suspender la ley del referéndum, pero el gobierno catalán ha seguido adelante con los preparativos para la votación. En respuesta, Madrid ha tomado varias medidas —con el respaldo de la policía y las cortes— para bloquear la votación y castigar a sus organizadores.
¿Realmente se realizará el referéndum?
Carles Puigdemont, el dirigente de Cataluña, prometió este mes que la región votará en condiciones normales, como en las elecciones pasadas. Sin embargo, la respuesta de Madrid ha sido tan fuerte que no parece probable que sea una consulta normal.
De hecho, no está claro si la gente votará el domingo ni cómo lo hará, en especial porque la policía española podría detener a la gente para que no entre a las casillas.
Asumiendo que sí se entreguen las boletas, el Parlamento regional se ha comprometido a hacer el resultado obligatorio a las 48 horas, lo que podría traducirse en la aprobación de una república catalana como una declaración unilateral de independencia. Según la ley española, sin embargo, el gobierno nacional podría invocar a una autoridad de emergencia para tomar por completo el control administrativo de Cataluña.
¿La mayoría de los catalanes apoyan la independencia?
En junio de 2012, el 51,1 por ciento de quienes respondieron a una encuesta señalaron que querían la independencia, de acuerdo con el Centre d’Estudis d’Opinió, la agencia de sondeo de Cataluña. Luego los separatistas consolidaron su poder en septiembre de 2015, cuando ganaron la mayoría de los escaños en el Parlamento regional, aunque solo el 48 por ciento de los votantes entregaron boletas a favor de los partidos separatistas.
Las encuestas de opinión recientes han mostrado un apoyo decreciente a la independencia, pero también han confirmado que la mayoría de los catalanes quieren celebrar una votación sobre el asunto de la condición de Estado, sin importar el resultado.
Entre las crecientes tensiones políticas, los resultados de las encuestas han sido objeto de discusión. Sin embargo, los políticos y sociólogos concuerdan en que cerca de la mitad de quienes votaron por partidos separatistas en 2015 no habían apoyado la secesión una década antes.
¿Los catalanes ya han votado antes sobre su independencia?
La región celebró una votación sobre la independencia en noviembre de 2014. Fue un voto no vinculante que la corte constitucional declaró ilegal pero que no fue obstaculizada por el gobierno central ni la policía.
En ese entonces, 2,2 millones de 5,4 millones de votantes elegibles participaron y cerca del 80 por ciento estaban a favor de la independencia. El gobierno de Rajoy desestimó el resultado, afirmando que la elección había sido ilegal y no vinculante, y señaló que la mayoría de los catalanes ni siquiera había votado.
Sin embargo, las acciones de Madrid fueron más allá de las palabras: se llamó a juicio a los políticos catalanes en 2015 por su papel en la organización del voto. Artur Mas, el anterior dirigente de Cataluña, fue multado en marzo de este año y se le prohibió desempeñar cargos políticos durante dos años.
¿Qué pasará después de la votación?
Las consecuencias de este referéndum son algo de lo que nadie está seguro. Hace cinco años, España estaba en medio de una profunda crisis financiera, y los políticos de Madrid y Barcelona peleaban más sobre el dinero y las contribuciones tributarias de Cataluña para las regiones más pobres que sobre la soberanía.
A pesar de eso, la dirigencia catalana separatista dice que no regresará a una mesa de negociación para solo discutir sobre finanzas. Cualquier revés a la independencia podría deshacer la frágil coalición gobernante de la región que descansa en el apoyo de un pequeño partido de extrema izquierda.
La situación política en Madrid también es mucho más complicada ahora de lo que lo era en el momento de la última votación sobre la independencia. En 2014, el Partido Popular de Rajoy contaba con la mayoría parlamentaria y su supervivencia política no estaba en juego. Desde fines de 2016, el primer ministro ha estado al timón de un gobierno minoritario. Una crisis territorial profunda podría impulsar a los partidos de oposición a presionar para que se le retire del cargo.
Sin embargo, el desafío más apremiante podría venir de las calles de Barcelona. No está claro cómo podrían reaccionar los catalanes si el gobierno español ordena medidas más drásticas. Desde 2012, la gente que respalda la independencia ha celebrado manifestaciones pacíficas en Barcelona que han sido de las más grandes en la historia de Europa. Pero las tensiones están alcanzando un punto de ebullición y hace poco Rajoy envió a miles de policías a Cataluña antes de la votación.
Fuente: The New York Times, https://goo.gl/2w9zTb
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